A LA DERIVA
"¿Que pasa cuando te despiertas en medio del mar?"
Jamás se había hecho esa pregunta, que aunque normalmente pareciera retórica, en ese momento era la única respuesta que recordaba.
-En primer lugar estas frío -pensó para si mismo-, y en el mismo instante que abres los ojos sientes la sal en tus pupilas, carcomiendote la visión, irritando hasta el mas pequeño nervio óptico. Después claro, te das cuenta que te falta la mitad del cuerpo, o tal vez más. La marea golpea tus oídos, que para este momento ya se sienten como globos llenos de confeti y agua, así que no puedes escuchar mucho, aunque no es que haya mas que escuchar el sonido de las olas rompiéndote la espalda y tratando de arrebatarte el único y pequeño trozo de madera donde intentas recargar el pecho y aferrarte con unos brazos entumidos. Luego, cuando recobras un poco mas el sentido, caes en cuenta que la mayoría de tus sentidos todavía no se han recobrado. Por lo menos es un día medio soleado, unas pocas nubes resisten ser empujadas por el viento. Son nubes casi blancas, que tapan el sol, pero pronto se van. Tus pantalones, acabas de sentir tu ropa, pegada a tu ropa, restregándote la sal por todos lados, cada vez pesan más, cada vez te hunden más... vuelves a perder la razón mientras tu boca se llena de agua y el sol te cala en la cabeza, sobre calentando tus circuitos mientras el resto de tu cuerpo se llena de escalofríos... pierdes la razón pero antes, te das cuenta de lo solo que te encuentras, en un mar infinito de color azul negro, un mar profundo, más profundo de lo que parece el cielo...
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