UNA CARTA MAS
Tijuana B. C. a 17 de Agosto del 2007
¡Hola!
Hace tiempo que no te escribo, así que ahora que me es tarea, he decidido escribirte y así decirte con signos impresos todo lo que no has escuchado, en parte porque no te lo he dicho, pero sobretodo porque ya lo sabes.
Mi vida sigue igual, bueno me atreveré a decir que ahora estoy más agotado, más consumido y hasta un poco más vacío. Ahora ya no veo los días, solo los siento correr por mis manos como manantiales de agua fría desvaneciéndose en el aire, en la atmósfera del ruido y la contaminación del diario. Sabes, cuando era mas joven (ya parezco abuelo), pensaba de mi vida a futuro y mi imaginación volaba en miles de direcciones menos en la extraña dimensión de la realidad, de esa realidad tirana que me condena día a día a levantarme con un despertador y desayunar parado viendo como cada segundo que vivo me dice que ya es tarde. Es algo extraño mirarme y no encontrarme, no saber donde me encuentro en ese mapa que alguna vez planeé para mi vida después del vigésimo primer aniversario del comienzo de mi lenta muerte, que por cierto, fue todo un acontecimiento, lo sabes porque estabas ahí y no hubiera sido igual sin ti, sin mi comité organizador (que improvisó mi pastel gracias a que yo lo mencioné), gracias por tu regalo que se te ve muy bien por cierto, no hay mejor regalo que el que tiene una historia.
Continuando el tema de mi gloriosa y armoniosa vida, en estos momentos estoy escuchando mi disco "lo mejor de mi 2006", deberías verme cantar a todo pulmón, literalmente esa es la canción que estoy cantando -me acorde de “Big Brother”. Lo bueno que ese disco no es el corta-venas, sino ya estaría llorando y las letras no se ven bien selladas con lágrimas oxidadas.
Hoy es martes, este semestre será mi día favorito, aunque ayer no fue tan deprimente como otros lunes y hasta llegue temprano a la casa, salve unos “minutitos” gracias a que mi profesora tenia la garganta lastimada -sin comentarios- y se limitó a explicarnos, entre otros detalles, la primera lectura del semestre -y según yo este era mi semestre ligero-, el caso es que me la pase bien, claro el hecho de que estuviera con mis "compas" de radio la mitad del día ayudó demasiado, y también que al final me la pasara con cierta persona que no te cae bien pero con quien me puedo reír muy bien. Talvez eso fue lo que disfruté mucho, poder reírme -como siempre he dicho es el mejor relajante que hay, pero tienes que tener mucha crema antiarrugas claro- disfruté poder gritar, desahogarme y sacar todo lo que me hacen mantener escondido en ese cubícalo transparente en el que paso cuarenta y dos horas de vida cada semana. Ayer fue de esos dias volcánicos y yo a punto de hacer una explosión de malas palabras y desesperación, pero ya pasó y seguirá pasándose cada vez que escuche el sonido del torniquete de salida, la llave de mi libertad, de mi huída.
Si, mi vida me puede parecer un infierno a veces, creo que lo sabes y comprendes bien. Pero no todo puede ser malo, tormentoso y obscuro -y eso que no he entrado a mi vida amorosa-, siempre hay una luz al final del túnel -y no me refiero a la muerte-, siempre una canción romántica entre todo el ruido, siempre un buen libro para leer en el silencio; debajo de todas las hojas secas a veces hay un tallo fuerte y verde, como el verde que siempre quise ver en las paredes de mi cuarto, un verde vivo y resplandeciente, bello y puro, lo sabré yo que hoy trasquilé el árbol de plátano que estaba en mi jardín, hoy viví que "las apariencias engañan" y que "depuse de la tormenta siempre llega la calma", hoy añadiré una nuevo dicho a mi vida, uno que necesito repetirme hasta que me lo crea, uno que puedo describirme y descubrirme cada día, uno que me renueve y me haga sentir vivo hasta la muerte: "la cáscara muerta es solo el escondite de un color mas vivo que la misma vida: las ganas de vivir”.
Creo que ya he escrito demasiado y me que quedado solo con letras indefinidas que no forman palabras, pero trataré de concluir esta izquierdista descripción de mi vida diaria, aunque mejor conclusión no he podido encontrar que el párrafo anterior aun a pesar de eso, me es de vital importancia despedirme correctamente y esperar que hayas disfrutado leyéndome, imaginando la cara que tenía mientras escribía y escuchando en las sonoras cavidades de tu imaginación mi voz contándote un cuento que no todavía no tiene desenlace del cual tu eres uno de los personajes principales.
Mi vida sigue igual, bueno me atreveré a decir que ahora estoy más agotado, más consumido y hasta un poco más vacío. Ahora ya no veo los días, solo los siento correr por mis manos como manantiales de agua fría desvaneciéndose en el aire, en la atmósfera del ruido y la contaminación del diario. Sabes, cuando era mas joven (ya parezco abuelo), pensaba de mi vida a futuro y mi imaginación volaba en miles de direcciones menos en la extraña dimensión de la realidad, de esa realidad tirana que me condena día a día a levantarme con un despertador y desayunar parado viendo como cada segundo que vivo me dice que ya es tarde. Es algo extraño mirarme y no encontrarme, no saber donde me encuentro en ese mapa que alguna vez planeé para mi vida después del vigésimo primer aniversario del comienzo de mi lenta muerte, que por cierto, fue todo un acontecimiento, lo sabes porque estabas ahí y no hubiera sido igual sin ti, sin mi comité organizador (que improvisó mi pastel gracias a que yo lo mencioné), gracias por tu regalo que se te ve muy bien por cierto, no hay mejor regalo que el que tiene una historia.
Continuando el tema de mi gloriosa y armoniosa vida, en estos momentos estoy escuchando mi disco "lo mejor de mi 2006", deberías verme cantar a todo pulmón, literalmente esa es la canción que estoy cantando -me acorde de “Big Brother”. Lo bueno que ese disco no es el corta-venas, sino ya estaría llorando y las letras no se ven bien selladas con lágrimas oxidadas.
Hoy es martes, este semestre será mi día favorito, aunque ayer no fue tan deprimente como otros lunes y hasta llegue temprano a la casa, salve unos “minutitos” gracias a que mi profesora tenia la garganta lastimada -sin comentarios- y se limitó a explicarnos, entre otros detalles, la primera lectura del semestre -y según yo este era mi semestre ligero-, el caso es que me la pase bien, claro el hecho de que estuviera con mis "compas" de radio la mitad del día ayudó demasiado, y también que al final me la pasara con cierta persona que no te cae bien pero con quien me puedo reír muy bien. Talvez eso fue lo que disfruté mucho, poder reírme -como siempre he dicho es el mejor relajante que hay, pero tienes que tener mucha crema antiarrugas claro- disfruté poder gritar, desahogarme y sacar todo lo que me hacen mantener escondido en ese cubícalo transparente en el que paso cuarenta y dos horas de vida cada semana. Ayer fue de esos dias volcánicos y yo a punto de hacer una explosión de malas palabras y desesperación, pero ya pasó y seguirá pasándose cada vez que escuche el sonido del torniquete de salida, la llave de mi libertad, de mi huída.
Si, mi vida me puede parecer un infierno a veces, creo que lo sabes y comprendes bien. Pero no todo puede ser malo, tormentoso y obscuro -y eso que no he entrado a mi vida amorosa-, siempre hay una luz al final del túnel -y no me refiero a la muerte-, siempre una canción romántica entre todo el ruido, siempre un buen libro para leer en el silencio; debajo de todas las hojas secas a veces hay un tallo fuerte y verde, como el verde que siempre quise ver en las paredes de mi cuarto, un verde vivo y resplandeciente, bello y puro, lo sabré yo que hoy trasquilé el árbol de plátano que estaba en mi jardín, hoy viví que "las apariencias engañan" y que "depuse de la tormenta siempre llega la calma", hoy añadiré una nuevo dicho a mi vida, uno que necesito repetirme hasta que me lo crea, uno que puedo describirme y descubrirme cada día, uno que me renueve y me haga sentir vivo hasta la muerte: "la cáscara muerta es solo el escondite de un color mas vivo que la misma vida: las ganas de vivir”.
Creo que ya he escrito demasiado y me que quedado solo con letras indefinidas que no forman palabras, pero trataré de concluir esta izquierdista descripción de mi vida diaria, aunque mejor conclusión no he podido encontrar que el párrafo anterior aun a pesar de eso, me es de vital importancia despedirme correctamente y esperar que hayas disfrutado leyéndome, imaginando la cara que tenía mientras escribía y escuchando en las sonoras cavidades de tu imaginación mi voz contándote un cuento que no todavía no tiene desenlace del cual tu eres uno de los personajes principales.
Tu fiel escritor y compañero de viaje
Jonatan Romero
Jonatan Romero
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