FUE TU VOZ LA GUIA
Hay algunos días en el año en los que padezco de melancolía y mi alma esta sensible, sobretodo a la música. Ayer fue uno de esos días difíciles y a la vez liberadores.
Hay algunas épocas, semanas, días, horas en las que me envuelvo en mi pequeño mundo, y hay otras en las que trato de huir lo más lejano posible, nadar, ahogarme, correr, reír. Muchos meses atrás huí de mis propias emociones, enterrándolas en un hogar ajeno hasta el punto de ebullición de mi corazón, luego empece a redescubrir que podía estar solo de nuevo sin hundirme. Estas dos pasadas semanas, gracias a ciertos factores como mi mala administración tuve la experiencia de pasar conmigo mismo demasiado tiempo, hasta envolverme en mi mismo y en aquello que alimenta mi esencia.
Ayer murió un icono de mi vida espacial. Aquel que llevo por segundo nombre y mi héroe favorito. Ayer lloré a la muerte en mi propia vida, y la de los que me rodean. Lloré la ausencia y la incertidumbre del futuro.
Ayer desperté repentinamente de mi ensimismamiento, como sacar la cabeza del agua y respirar.
Creo que fue el día, como un portal hacia dos mundos, lo que me hizo tan sensitivo a extrañarte, a recordar tu presencia, el aroma de tu alma. Fue día el portal, fue la música el vehículo, fue mi lectura el detonador, fue tu voz la guía.
Hay algunas épocas, semanas, días, horas en las que me envuelvo en mi pequeño mundo, y hay otras en las que trato de huir lo más lejano posible, nadar, ahogarme, correr, reír. Muchos meses atrás huí de mis propias emociones, enterrándolas en un hogar ajeno hasta el punto de ebullición de mi corazón, luego empece a redescubrir que podía estar solo de nuevo sin hundirme. Estas dos pasadas semanas, gracias a ciertos factores como mi mala administración tuve la experiencia de pasar conmigo mismo demasiado tiempo, hasta envolverme en mi mismo y en aquello que alimenta mi esencia.
Ayer murió un icono de mi vida espacial. Aquel que llevo por segundo nombre y mi héroe favorito. Ayer lloré a la muerte en mi propia vida, y la de los que me rodean. Lloré la ausencia y la incertidumbre del futuro.
Ayer desperté repentinamente de mi ensimismamiento, como sacar la cabeza del agua y respirar.
Creo que fue el día, como un portal hacia dos mundos, lo que me hizo tan sensitivo a extrañarte, a recordar tu presencia, el aroma de tu alma. Fue día el portal, fue la música el vehículo, fue mi lectura el detonador, fue tu voz la guía.
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