EL RESTAURANT

Me levanté, con la mente en la ruleta rusa, con los sentimientos atolondrados y los ojos adormilados.

Una experiencia, como esa mi primera vez, muchos pensamientos volaron y pero otros suspiraron.

Caminar en caminos que no hay, en las vías de la electricidad, texturas y colores, camidas y olores.

Platicas que no acaban, platos que no terminan, sonrisas para comer, llegaste a la luz de mi ver.

Ahi estabas tu, sin compañía, comiendo en el bullicio, tanta ternura no se había desprendido todavía.

Yo miraba tu caminar, el pasar de tu aura, seguía comiendo pensando en ti, un calor que llena más allá de mi.

Tu presencia era irresistible, no dejaba de mirar cada parte de tu ser, entre pláticas, te seguía sin querer.

Por dentro todo ardía, algo me impulsaba hacía ti, tenía ganas de tocarte, pero es que tuve que resitir.

Pasaste frente a mi, posando cada adorno de tu cuerpo, la gracia de tus caderas, el vaiven de tus posaderas.

El ritmo de mi corazón se aceleraba, llantos ajenos y platicas bellas, yo te imaginaba sin tantas telas.

Te paraste y yo seguí los movimientos de tus piernas, quería ir a donde llegabas y decirte que como estabas.

Hablarte y decir si querías platicar, pero pense que te habías marchado y me quede todo desilucionado.

Buscaste un pretexto para que te notara, yo deseando que no te fueras, que hablaras, que me quisieras.

Habíamos hablado sin palabras, tu regresaste, te quedaste dándome la espalda, provocando mi mirada.

No pude esperar más, mis labios quería gritar, salí corriendo a encontrarte, tropece tu me ayudaste.

Intercambiamos palabras, tocaste mi mano,fue increíble el rose de tu piel, tu perfume sabor a miel.

Me señalaste una puerta, sin decirlo dije que si, fui a mi mesa y me dije que tenía que salir.

Los nervios me mataban mientras caminaba, entre y no lograba ver, sentí tus labios, solo importo el querer.

Encendiste la luz, nos desnudamos con la boca, prove tus sabores, mordí tu colores.

Mis dedos acariciaron tu cara, nuestras manos se encontraron, abrace tu ser, tu me diste ese placer.

Mis manos explorando tus caderas, llegue a los antros mas porfundos, descubrí tus nuevos mundos.

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